5 de junio de 2008

La Rutina

Todos hablan de la rutina, la critican, la detestan, pero más aún: Le temen.
Temen verse envejecer siendo un disco rayado.
Temen hacer todos los días lo mismo en sus trabajos.
Temen no conocer los suficientes lugares, debio a los repetitivos veraneos en la costa.
Temen juntarse con amigos, y siempre terminar en los mismos gastados temas sobre sexo y/o mujeres.
Temen llamar al familiar que hace tanto no ven, y hacer las mismas preguntas por inercia de cómo está y qué hace de su vida.
Temen a la pareja estable, a ver todas las noches la misma mujer.
Sin embargo, yo no sé que haría si no tuviera amigos a quien preguntarles siempre como andan.
No sé que haría si ya no tuviera lugares por conocer.
No sé que haría si no tuviera cada vez que veo a mi mamá o a mi papá o a mis hermanos, ese mismo e irremplazable abrazo de reencuentro.
Y realmente no sé que haría, si al levantarme cada mañana, vos no estuvieras ahí.
Podría sacrificar cada viaje, podría sacrificar cada nuevo desafío, podría sacrificar los placeres mundanos en que todos nos vemos envueltos, tan solo por saber, que cada día de nuestras vida, me voy a levantar, y vas a estar durmiendo a mi lado.

Sería rutina, si claro, pero… que placer, ¿no?

4 comentarios:

Shushu dijo...

Que mejor que citar a Lesluthiers para cerrar la idea:

Te quiero más que a mi vida,
mi vida eres tu.
Pero, si mi vida eres tu,
y yo te quiero más que a mi vida,
Quiere decir:
Que te quiero más que a ti misma

Warrior dijo...

<3
Vos sos la parte que amo de mi rutina. ¡Así que no te vayas de ahí! ¡Nunca!

rosana dijo...

Que belleza!!!

Que importa la rutina (o como se llame), si cada segundo de nuestra existencia lo compartimos con aquellos a quienes amamos y quienes completan nuestros dias.

De esa manera la tan temida "rutina", se convierte en una sucesion de hechos que nos reconfortan y nos alimentan el alma, segun mi humilde punto de vista =))

Saludos rutinarios y reconfortantes
PD: Un pecado que no hayan visto los Puentes de Madison y El Laberinto del Fauno.

Mariela Torres dijo...

¡Qué dulce! Yo tampoco le tengo miedo a la rutina, me da seguridad, que necesito para ser feliz.